―Al que lo mate —repitieron— se le dará la recompensa anunciada.
Algunos decían: «¿Veis a ese hombre que sale a desafiar a Israel? A quien lo venza y lo mate, el rey lo colmará de riquezas. Además, le dará su hija como esposa, y su familia quedará exenta de impuestos aquí en Israel».
Apartándose de su hermano, les preguntó a otros, quienes le dijeron lo mismo.