El filisteo salía mañana y tarde a desafiar a los israelitas, y así lo estuvo haciendo durante cuarenta días.
Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.
Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.
solía ir adonde estaba Saúl, pero regresaba a Belén para cuidar las ovejas de su padre.
Un día, Isaí le dijo a su hijo David: «Toma esta bolsa de trigo tostado y estos diez panes, y vete pronto al campamento para dárselos a tus hermanos.