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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 16:7

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Pero el Señor le dijo a Samuel: ―No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.

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34 Referencias Cruzadas  

No juzguéis por las apariencias; juzgad con justicia.

«Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras».

Él les dijo: «Vosotros os hacéis los buenos ante la gente, pero Dios conoce vuestros corazones. Daos cuenta de que aquello que la gente tiene en gran estima es detestable delante de Dios.

Que vuestra belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios.

A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los motivos.

Engañoso es el encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de alabanza.

»Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con buena disposición, pues el Señor escudriña todo corazón y discierne todo pensamiento. Si lo buscas, te permitirá que lo encuentres; si lo abandonas, te rechazará para siempre.

óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Trata a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que solo tú escudriñas el corazón humano.

Y oraron así: «Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido

El Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles. Pero de ahora en adelante tendrás guerras, pues actuaste como un necio».

Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Tú, Señor Todopoderoso, que examinas al justo, que sondeas el corazón y la mente, hazme ver tu venganza sobre ellos, pues a ti he encomendado mi causa.

Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aun en la distancia me lees el pensamiento.

A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y a cada uno de vosotros os trataré de acuerdo con vuestras obras.

pues algunos dicen: «Sus cartas son duras y fuertes, pero él en persona no impresiona a nadie, y como orador es un fracaso».

Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercaros a él,

¿Son tus ojos los de un simple mortal? ¿Ves las cosas como las vemos nosotros?

En todo Israel no había ningún hombre tan admirado como Absalón por su hermosura; era perfecto de pies a cabeza.

Quis tenía un hijo llamado Saúl, que era buen mozo y apuesto como ningún otro israelita, tan alto que los demás apenas le llegaban al hombro.

Pero tú, Señor Todopoderoso, que juzgas con justicia, que pruebas los sentimientos y la mente, ¡déjame ver cómo te vengas de ellos, porque en tus manos he puesto mi causa!

Si ante el Señor están el sepulcro y la muerte, ¡cuánto más el corazón humano!

Dios justo, que examinas mente y corazón, acaba con la maldad de los malvados y mantén firme al que es justo.

Fijaos en lo que está a la vista. Si alguno está convencido de ser de Cristo, considere esto de nuevo: nosotros somos tan de Cristo como él.

Vosotros juzgáis según criterios humanos; yo, en cambio, no juzgo a nadie.

pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. Por eso Caín se enfureció y andaba cabizbajo.

»Dejad de hablar con tanto orgullo y altivez; ¡no profiráis palabras soberbias! El Señor es un Dios que todo lo sabe, y él es quien juzga las acciones.

»¿Qué más te puede decir tu siervo David que tú no sepas, Señor mi Dios?

óyelo tú desde el cielo, donde habitas, y perdónalo. Págale a cada uno según su conducta, la cual tú conoces, puesto que solo tú escudriñas el corazón humano.

Pues, aunque digas: «Yo no lo sabía», ¿no habrá de darse cuenta el que pesa los corazones? ¿No habrá de saberlo el que vigila tu vida, el que paga a cada uno según sus acciones?

¿Qué más podría yo decir del honor que me has dado, si tú conoces a tu siervo?

Mira hacia el cielo, y fíjate bien; contempla las nubes en lo alto.




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