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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 14:47

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Después de consolidar su reinado sobre Israel, Saúl luchó contra todos los enemigos que lo rodeaban, incluso contra los moabitas, los amonitas, los edomitas, los reyes de Sobá y los filisteos; y a todos los vencía

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17 Referencias Cruzadas  

Al darse cuenta los amonitas de que habían ofendido a David, hicieron trámites para contratar mercenarios: de entre los sirios de Bet Rejob y de Sobá, veinte mil soldados de infantería; del rey de Macá, mil hombres; y de Tob, doce mil hombres.

Durante todo el reinado de Saúl se luchó sin cuartel contra los filisteos. Por eso, siempre que Saúl veía a alguien fuerte y valiente, lo alistaba en su ejército.

Pero el Señor los salvó por medio de Jeroboán hijo de Joás, pues había dicho que no borraría de la tierra el nombre de Israel.

Dios también incitó a Rezón hijo de Eliadá para que fuera adversario de Salomón. Rezón, que había huido de su amo Hadad Ezer, rey de Sobá,

Además, David derrotó a Hadad Ezer, hijo del rey Rejob de Sobá, cuando Hadad Ezer trató de restablecer su dominio sobre la región del río Éufrates.

Saúl tenía treinta años cuando comenzó a reinar sobre Israel, y su reinado duró cuarenta y dos años.

Ya tenéis al rey que va a dirigiros. En cuanto a mí, ya soy viejo y lleno de canas, y mis hijos son parte del pueblo. Yo os he guiado a vosotros desde mi juventud hasta la fecha.

Saúl, a su vez, dejó de perseguir a los filisteos, los cuales regresaron a su tierra.

Aquel día estaba allí uno de los oficiales de Saúl, que había tenido que quedarse en el santuario del Señor. Se trataba de un edomita llamado Doeg, que era jefe de los pastores de Saúl.

La mayor tuvo un hijo, a quien llamó Moab, padre de los actuales moabitas.

La hija menor también tuvo un hijo, a quien llamó Ben Amí, padre de los actuales amonitas.

Estos son los descendientes de Esaú, o sea, Edom.

Fue así como Esaú, o sea, Edom, se asentó en la región montañosa de Seír.

Estos fueron descendientes de Esaú, también llamado Edom, y a su vez jefes de sus respectivas tribus.

¡Jamás volvía el arco de Jonatán sin haberse saciado con la sangre de los heridos, ni regresaba la espada de Saúl sin haberse hartado con la grasa de sus oponentes!

David reinó sobre todo Israel, gobernando al pueblo entero con justicia y rectitud.




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