1 Samuel 12:5

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Samuel insistió: ―¡Que el Señor y su ungido sean hoy testigos de que no me habéis hallado culpable de nada! ―¡Que lo sean! —fue la respuesta del pueblo.

Referencias Cruzadas

Éxodo 22:4

»Si el animal robado se halla en su poder y todavía con vida, deberá restituirlo doble, ya sea que se trate de un toro, un asno o una oveja.

Hechos 24:20

De otro modo, estos que están aquí deberían declarar qué delito hallaron en mí cuando comparecí ante el Consejo,

Hechos 23:9

Se produjo un gran alboroto, y algunos de los maestros de la ley que eran fariseos se pusieron de pie y protestaron. «No encontramos ningún delito en este hombre —dijeron—. ¿Acaso no podría haberle hablado un espíritu o un ángel?»

2 Corintios 1:12

Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre vosotros, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana, sino a la gracia de Dios.

1 Corintios 4:4

Porque, aunque la conciencia no me remuerde, no por eso quedo absuelto; el que me juzga es el Señor.

Hechos 24:16

En todo esto procuro conservar siempre limpia mi conciencia delante de Dios y de los hombres.

Juan 18:38

―¿Qué es la verdad? —preguntó Pilato. Dicho esto, salió otra vez a ver a los judíos. ―Yo no encuentro que este sea culpable de nada —declaró—.

Salmos 17:3

Tú escudriñas mi corazón, tú me examinas por las noches; ¡ponme, pues, a prueba, que no hallarás en mí maldad alguna! ¡No pasarán por mis labios

Job 42:7

Después de haberle dicho todo esto a Job, el Señor se dirigió a Elifaz de Temán y le dijo: «Estoy muy irritado contigo y con tus dos amigos porque, a diferencia de mi siervo Job, lo que vosotros habéis dicho de mí no es verdad.

1 Samuel 26:9

―¡No lo mates! —exclamó David— ¿Quién puede impunemente alzar la mano contra el ungido del Señor?

1 Samuel 12:4

―No nos has defraudado —respondieron—; tampoco nos has oprimido ni le has robado nada a nadie.

Génesis 31:50

Si tú maltratas a mis hijas, o tomas otras mujeres que no sean ellas, recuerda que Dios es nuestro testigo, aunque no haya ningún otro testigo entre nosotros.

Job 16:19

Ahora mismo tengo en los cielos un testigo; en lo alto se encuentra mi abogado.