Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




1 Samuel 1:26

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Dijo Ana: «Mi señor, tan cierto como que tú vives, te juro que yo soy la mujer que estuvo aquí a tu lado orando al Señor.

Ver Capítulo Copiar

11 Referencias Cruzadas  

Pero la madre del niño exclamó: ―¡Te juro que no te dejaré solo! ¡Tan cierto como que el Señor y tú estáis vivos! Así que Eliseo se levantó y fue con ella.

Una vez más Elías le dijo: ―Quédate aquí, pues el Señor me ha enviado al Jordán. Pero Eliseo insistió: ―Tan cierto como que el Señor y tú estáis vivos, te juro que no te dejaré solo. Así que los dos siguieron caminando

Elías, por su parte, volvió a decirle: ―Quédate aquí, Eliseo, pues el Señor me ha enviado a Jericó. Pero Eliseo le repitió: ―Tan cierto como que el Señor y tú estáis vivos, te juro que no te dejaré solo. Así que fueron juntos a Jericó.

Entonces Elías le dijo a Eliseo: ―Quédate aquí, pues el Señor me ha enviado a Betel. Pero Eliseo le respondió: ―Tan cierto como que el Señor y tú estáis vivos, te juro que no te dejaré solo. Así que fueron juntos a Betel.

―En este momento —respondió Urías—, tanto el arca como los hombres de Israel y de Judá se guarecen en simples enramadas, y mi señor Joab y sus oficiales acampan al aire libre, ¿y yo voy a entrar en mi casa para darme un banquete y acostarme con mi esposa? ¡Tan cierto como que mi señor el rey vive, que yo no puedo hacer tal cosa!

Pero David juró y perjuró: ―Tu padre sabe muy bien que tú me estimas, así que seguramente habrá pensado: “Jonatán no debe enterarse, para que no se disguste”. Pero, tan cierto como que el Señor y tú estáis vivos, te aseguro que estoy a un paso de la muerte.

Anteriormente, Saúl, al ver a David enfrentarse con el filisteo, le había preguntado a Abner, general de su ejército: ―Abner, ¿quién es el padre de ese muchacho? ―Te aseguro, oh rey, que no lo sé.

―¿Acaso no está Joab detrás de todo esto? La mujer respondió: ―Juro por la vida de mi señor el rey que su pregunta ha dado en el blanco. En efecto, fue tu siervo Joab quien me instruyó y puso en mis labios todo lo que he dicho.

Y con esto lo vamos a comprobar: Os juro por la vida del faraón que de aquí no saldréis con vida a menos que traigáis a vuestro hermano menor.

»Pero ahora el Señor te ha impedido a ti derramar sangre y tomarte la justicia por tus propias manos. ¡Tan cierto como que el Señor y tú estáis vivos! Por eso, pido que a tus enemigos, y a todos los que quieran hacerte daño, les pase lo mismo que a Nabal.

Jabés le rogó al Dios de Israel: «Bendíceme y ensancha mi territorio; ayúdame y líbrame del mal, para que no padezca aflicción». Y Dios le concedió su petición.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios