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Referencias Cruzadas

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1 Juan 3:23

Biblia Nueva Versión Internacional 2017

Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos los unos a los otros, pues así lo ha dispuesto.

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24 Referencias Cruzadas  

»Este mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros. Así como yo os he amado, también vosotros debéis amaros unos a otros.

Ahora que os habéis purificado obedeciendo a la verdad y tenéis un amor sincero por los hermanos, amaos de todo corazón los unos a los otros.

Y este es mi mandamiento: que os améis unos a otros, como yo os he amado.

―Esta es la obra de Dios: que creáis en aquel a quien él envió —respondió Jesús.

Sobre todo, amaos los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados.

Este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros.

Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.

En cuanto al amor fraternal, no necesitáis que os escribamos, porque Dios mismo os ha enseñado a amaros unos a otros.

y llevad una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.

Entonces apareció una nube que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado. ¡Escuchadle!»

El segundo se parece a este: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

―Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia seréis salvos —le contestaron.

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.

»No os angustiéis. Confiad en Dios, confiad también en mí.

Besadle los pies, no sea que se enoje y seáis destruidos en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!

Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.

Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía.

El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.

Queridos hermanos, lo que os escribo no es un mandamiento nuevo, sino uno antiguo que habéis tenido desde el principio. Este mandamiento antiguo es el mensaje que ya oísteis.

Si alguien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.

Os escribo estas cosas a vosotros, que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna.




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