Los discípulos de Juan el Bautista fueron a ver a Jesús y le preguntaron:
--Nosotros y los fariseos ayunamos mucho. ¿Por qué tus discípulos no hacen lo mismo?
Juan el Bautista, que estaba en la cárcel, oyó hablar de todo lo que Jesús hacía y envió a algunos de sus propios discípulos para que le preguntaran a Jesús:
'Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas. A ellos les gusta que la gente sepa que están ayunando. Les aseguro que ese será el único premio que ellos recibirán.
Jesús respondió:
--Los invitados a una boda no están tristes mientras el novio está con ellos. Pero llegará el momento en que se lleven al novio. Entonces los invitados estarán de luto y ayunarán.