Todos los que estaban en la barca se arrodillaron ante Jesús y le dijeron:
--¡Es verdad, tú eres el Hijo de Dios! Jesús sana a los enfermos en Genesaret
Jesús se admiró al escuchar la respuesta del capitán. Entonces le dijo a la gente que lo seguía:
--¡Les aseguro que en todo Israel nunca había conocido a alguien que confiara tanto en mí como este extranjero!
Jesús les dijo:
--¿Por qué están tan asustados? ¡Qué poco confían ustedes en Dios!
Jesús se levantó y les ordenó al viento y a las olas que se calmaran, y todo quedó muy tranquilo.
Cuando Jesús llegó a la otra orilla del lago, a la región de Gadara, dos hombres que tenían demonios salieron de entre las tumbas. Eran tan peligrosos que nadie podía pasar por ese camino. Cuando los dos hombres se acercaron a Jesús,
La gente se quedó muy asombrada, y se preguntaba: '¿Qué es esto? ¿Una nueva enseñanza? ¿Qué clase de poder tiene este hombre? Con autoridad y poder ordena a los espíritus malos que salgan, ¡y ellos le obedecen!'