Cuando llegaron, un maestro de la Ley se le acercó y le dijo: --Maestro, yo te acompañaré a donde quiera que vayas.
'Por eso, piénsenlo bien. Si quieren ser mis discípulos, tendrán que abandonar todo lo que tienen. La sal del mundo
Dios ha demostrado que la gente de este mundo es tonta, pues cree saberlo todo. En realidad, nada saben los sabios, ni los expertos en la Biblia, ni los que creen tener todas las respuestas.
Tal vez entonces me quede con ustedes algún tiempo, posiblemente todo el invierno. Así podrán ayudarme a pagar mi próximo viaje.