Lo que ustedes enseñan es tan malo como el veneno de una serpiente. ¡Claro! ¿Cómo van a decir cosas buenas, si ustedes son malos? Porque si alguien es bueno, siempre habla cosas buenas, y si es malo, siempre habla cosas malas.
Porque nosotros no nos preocupamos por lo que nos pasa en esta vida, que pronto acabará. Al contrario, nos preocupamos por lo que nos pasará en la vida que tendremos en el cielo. Ahora no sabemos cómo será esa vida. Lo que sí sabemos es que será eterna.
Con esta firma, que es de mi puño y letra, me comprometo a pagarte todo. Aunque, francamente, no deberías cobrarme nada, pues todo lo que tienes y eres me lo debes a mí.