'Si ustedes aman sólo a quienes los aman, ¿qué premio recibirán por eso? Hasta los que cobran impuestos para el gobierno de Roma aman sólo a sus amigos.
Luego vine yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y ustedes dicen que soy un glotón y un borracho, que soy amigo de gente de mala fama y de los que no obedecen a Dios. Pero recuerden que la sabiduría de Dios se prueba por sus resultados'. La gente que no cree
Y si aquel no les hace caso, infórmalo a la iglesia. Y si tampoco quiere hacerle caso a la iglesia, tendrás que tratarlo como a los que no creen en Dios, o como a uno de los que cobran impuestos para el gobierno de Roma.
Más tarde, Jesús y sus fdiscípulos estaban cenando en la casa de Mateo. Muchos de los que cobraban impuestos, y otras personas de mala fama que ahora seguían a Jesús, también fueron invitados a la cena.
Cuando algunos fmaestros de la Ley, que eran ffariseos, vieron a Jesús comiendo con toda esa gente, les preguntaron a los discípulos:
--¿Por qué su maestro come con cobradores de impuestos y con gente de mala fama?
Mientras Jesús enseñaba, se le acercaron muchos de los que cobraban impuestos para el gobierno de Roma, y otras personas a quienes los fariseos consideraban gente de mala fama.
'El cobrador de impuestos, en cambio, se quedó un poco más atrás. Ni siquiera se atrevía a levantar la mirada hacia el cielo, sino que se daba golpes en el pecho y decía: '¡Dios, ten compasión de mí y perdóname por todo lo malo que he hecho!''
Algunos fariseos y maestros de la Ley comenzaron a hablar contra los discípulos de Jesús, y les dijeron:
--¿Por qué comen ustedes con los cobradores de impuestos y con toda esta gente mala?
Los que habían escuchado a Juan le pidieron que los bautizara, y hasta los cobradores de impuestos hicieron lo mismo. Así obedecieron lo que Dios había mandado.
Luego, vine yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y ustedes dicen que soy un glotón y un borracho; que soy amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma.