y gritaron:
'¡Israelitas, ayúdennos! ¡Este es el hombre que anda por todas partes, hablando en contra de nuestro país, en contra de la ley de Moisés, y en contra de este templo! ¡Hasta extranjeros ha metido en el templo! ¡No respeta ni este lugar santo!'
y llamaron a algunos hombres para que dijeran más mentiras. Uno de ellos dijo: 'Este hombre anda diciendo cosas terribles contra el santo templo y contra la Ley de Moisés.
Dios ya no nos acepta por obedecer la ley; ahora sólo acepta a los que confían en Cristo. Con Cristo, la ley llegó a su cumplimiento. Todos pueden ser salvos
Lo hizo para que ya no vivamos de acuerdo con nuestros malos deseos, sino conforme a todos los justos mandamientos de la ley, con la ayuda del Espíritu Santo.