Por eso, aquel terreno se conoce con el nombre de 'Campo de Sangre'.
Entonces decidieron comprar con ese dinero el terreno llamado 'Campo del Alfarero', para enterrar allí a los extranjeros.
Los soldados aceptaron el dinero y le contaron a la gente lo que los sacerdotes principales les habían indicado. Esta misma mentira es la que se sigue contando entre los judíos hasta el momento de escribir esta historia. La misión de los discípulos
Todos en Jerusalén lo supieron, y desde entonces, a ese lugar se le conoce como 'Campo de sangre'.