las tumbas se abrieron, y muchos de los que confiaban en Dios y ya habían muerto, volvieron a vivir.
Luego cayó de rodillas y gritó con todas sus fuerzas: 'Señor, no los castigues por este pecado que cometen conmigo'. Y con estas palabras en sus labios, murió.
Por eso algunos de ustedes están débiles o enfermos, y otros ya han muerto.
Sin embargo, ¡Cristo volvió a vivir! Esto nos enseña que también volverán a vivir los que murieron.
Les voy a contar algo que Dios tenía en secreto: No todos moriremos, pero todos seremos transformados.
Nosotros creemos que Jesucristo murió y resucitó, y que del mismo modo Dios resucitará a los que vivieron y murieron confiando en él.
Porque Jesucristo murió por nosotros para que podamos vivir con él, ya sea que estemos vivos o muertos cuando él vuelva.