y diciéndole: 'Tú dijiste que podías destruir el templo y construirlo de nuevo en tres días. ¡Si tienes tanto poder, sálvate a ti mismo! ¡Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz!'
El oficial romano y los soldados que vigilaban a Jesús sintieron el terremoto y vieron todo lo que pasaba. Temblando de miedo dijeron: '¡Es verdad, este hombre era el Hijo de Dios!'
la gente miraba todo lo que pasaba. Los líderes del pueblo, entre tanto, se burlaban de Jesús y decían: 'Él salvó a otros, y si de verdad es el Mesías que Dios eligió, que se salve a sí mismo'.