Ese perfume pudo haberse vendido, y con el dinero hubiéramos ayudado a muchos pobres.
Jesús los escuchó y en seguida les dijo: --No critiquen a esta mujer. Ella me ha tratado con bondad.
Los discípulos se enojaron y dijeron: --¡Qué desperdicio!
Ese perfume se hubiera podido vender por trescientas monedas de plata, y con el dinero podríamos haber ayudado a muchos pobres'. Y se pusieron a criticar a la mujer,
Andan perdidos, pues han dejado de obedecer a Dios y siguen el ejemplo de Balaam, el hijo de Beor, que quiso ganar dinero haciendo lo malo.