Pero algunos decían: 'No lo hagamos durante la fiesta, para que la gente no se enoje contra nosotros ni se arme un gran alboroto'. Una mujer perfuma a Jesús
Pilato vio que ya no le hacían caso, y que aquello podía terminar en un alboroto muy peligroso. Entonces mandó que le llevaran agua, se lavó las manos delante de la gente y dijo:
--Yo no soy culpable de la muerte de este hombre. Los culpables son ustedes.
En el primer día de la fiesta de los Panes sin flevadura se fsacrificaba el cordero de la fPascua. Ese día, los fdiscípulos le preguntaron a Jesús:
--¿Dónde quieres que preparemos la cena de la Pascua?
Decían entre ellos: 'Lo haremos, pero no durante la fiesta, para que la gente no se alborote y se ponga en contra de nosotros'. Una mujer derrama perfume sobre Jesús
Cuando llegaron al Monte de los Olivos, Jesús dijo a sus fdiscípulos:
--Todos ustedes van a perder su confianza en mí. Porque la fBiblia dice:
'Heriré al pastor
y las ovejas huirán
por todos lados'.
Muy de mañana, llevaron a Jesús de la casa de Caifás al palacio del gobernador romano. Los jefes de los judíos no entraron al palacio porque la ley no les permitía entrar a la casa de un extranjero antes de la cena de la Pascua.
Entonces toda la gente de la ciudad se alborotó, y algunos fueron y apresaron a Gayo y a Aristarco, los dos compañeros de Pablo que habían venido de Macedonia, y los arrastraron hasta el teatro.
Hace algún tiempo, un egipcio inició una rebelión contra el gobierno de Roma y se fue al desierto con cuatro mil guerrilleros. ¡Yo pensé que ese eras tú!