Judas se acercó a Jesús y le dijo: --¡Hola, Maestro! Y lo besó.
Les gusta que la gente los salude en el mercado con gran respeto, y que los llame maestros.
'Ustedes no esperen que la gente los llame maestros, porque ustedes son como hermanos y tienen solamente un maestro.
Judas, el que después entregó a Jesús, también le preguntó: --Maestro, ¿soy yo? Jesús le contestó: --Tú lo has dicho.
Judas ya les había dicho: 'Al que yo bese, ese es Jesús; ¡arréstenlo!'
Entonces comenzaron a burlarse de él y gritaban: '¡Viva el rey de los judíos!'
Tú no me saludaste con un beso. Ella, en cambio, desde que llegué a tu casa no ha dejado de besarme los pies.
y, acercándose a él, dijeron: '¡Viva el rey de los judíos!' Y le pegaban en la cara.
Mientras esto sucedía, los discípulos le rogaban a Jesús: --Maestro, por favor, come algo.
Saluden con un beso santo a todos los hermanos de la iglesia.