Luego volvió Jesús a donde estaban los tres discípulos y les dijo: '¿Siguen descansando y durmiendo? Ya vienen los malvados para apresarme a mí, el Hijo del hombre.
Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, uno de los doce discípulos. Con él venían muchos hombres armados con cuchillos y palos. Los sacerdotes principales y los líderes del país los habían enviado.
El discípulo preferido de Jesús estaba siguiendo a Jesús y a Pedro. Ese discípulo era el mismo que estaba cerca de Jesús en la cena de la Pascua, antes de que Jesús fuera clavado en la cruz, y él fue quien le preguntó a Jesús quién era el que iba a traicionarlo.
Pero Pablo nos contestó: '¡No lloren, pues me ponen muy triste! Tanto amo al Señor Jesús, que estoy dispuesto a ir a la cárcel, y también a morir en Jerusalén'.