Porque vendrán falsos Mesías y falsos profetas, y harán cosas tan maravillosas que engañarán a la gente. Si pueden, también engañarán a los que Dios ha llamado a seguirlo.
'¡Cuídense de esos mentirosos que dicen hablar de parte de Dios! Ellos se presentarán ante ustedes tan inofensivos como una oveja, pero en realidad son tan peligrosos como un lobo feroz.
Porque vendrán falsos Mesías y falsos fprofetas, y harán cosas tan maravillosas que engañarán a la gente. Si pueden, engañarán también a los que Dios ha llamado a seguirlo.
Y mi Padre quiere estar seguro de que no se perderá ninguno de los que él eligió para ser mis seguidores. Cuando llegue el fin del mundo, haré que mis seguidores que hayan muerto vuelvan a vivir. Porque mi Padre quiere que todos los que me vean y crean en mí, que soy su Hijo, tengan vida eterna.
Pero podemos estar seguros de lo que hemos creído. Porque lo que Dios nos ha enseñado es como la sólida base de un edificio, en donde está escrito lo siguiente: 'Dios sabe quiénes son suyos', y también dice: 'Que todos los que adoran a Dios dejen de hacer el mal'.
Ustedes confían en Dios, y por eso él los protege con su poder, para que puedan ser salvados tal y como está planeado para los últimos tiempos. Confiar en Dios
Queridos amigos, con esto quedan advertidos. Así que cuídense mucho, para que no los engañe la gente malvada, y ustedes no dejen de creer firmemente en Dios.
Hijos míos, ya estamos viviendo los últimos días, y el mundo pronto se acabará. Ustedes han escuchado que antes del fin vendrá el Enemigo de Cristo. Pues bien, yo quiero decirles que ya han aparecido muchos enemigos de Cristo, y por eso sabemos que estamos en los últimos días.
Entonces, ¿quién miente? Pues el que dice que Jesús no es el Mesías. Ese es el Enemigo de Cristo, pues rechaza tanto a Dios el Padre como a Jesús el Hijo.
El monstruo fue capturado, junto con el falso profeta que en su presencia había hecho maravillas. El falso profeta había engañado con milagros a los que se dejaron poner la marca del monstruo y adoraron su estatua. Los dos fueron lanzados vivos a un lago donde el azufre arde en llamas.