'También enseñan que si una persona jura por el altar del templo, entonces la promesa se puede romper. Pero que si jura por la ofrenda que está sobre el altar, entonces está obligada a cumplir la promesa.
Todos los que aman y obedecen a Dios son sus hijos, y Dios es padre de todos ellos. Y como Jesús también es Hijo de Dios, no le da vergüenza tratarlos como hermanos,