Jesús respondió:
--Los invitados a una boda no están tristes mientras el novio está con ellos. Pero llegará el momento en que se lleven al novio. Entonces los invitados estarán de luto y ayunarán.
Por eso, estén siempre alerta. Oren en todo momento, para que puedan escapar de todas las cosas terribles que van a suceder. Así podrán estar conmigo, el Hijo del hombre'.
Pero Pablo y Bernabé les contestaron con mucha valentía:
'Nuestra primera obligación era darles el mensaje de Dios a ustedes los judíos. Pero como ustedes lo rechazan y no creen merecer la vida eterna, ahora les anunciaremos el mensaje a los que no son judíos.
A los que dejen de hacer lo malo, Dios los bendecirá, pues les dará el derecho a comer de los frutos del árbol que da vida eterna. Ellos podrán entrar por los portones de la ciudad.
'Sin embargo, en Sardes hay algunas personas que no han hecho lo malo. Por eso, estarán conmigo vistiendo ropa blanca, símbolo de victoria y santidad, pues se lo merecen.