Pedro contestó:
--Sí, lo paga.
Cuando Pedro entró en la casa donde estaban todos, Jesús le habló primero y le dijo:
--Dime, Pedro, ¿a quiénes cobran los reyes impuestos y contribuciones?; ¿a los ciudadanos de su reino o a los extranjeros?
'Al salir del palacio del rey, ese empleado se encontró con un compañero que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y le dijo: '¡Págame ahora mismo lo que me debes!'
Entonces le llevaron una moneda de plata, y Jesús les preguntó:
--¿De quién es la cara dibujada en la moneda? ¿De quién es el nombre escrito en ella?
Ellos contestaron:
--Del emperador de Roma.
Y de en medio de los cuatro seres vivientes oí una voz que decía: 'El salario de todo un día de trabajo sólo alcanzará para comprar un kilo de trigo o un kilo de cebada. ¡Pero no dañes ni el aceite ni el vino!'