Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley vieron los milagros que él hacía, y oyeron que los niños gritaban alabanzas a Jesús, el Mesías. Eso los enojó mucho,
Jesús entró en el templo y comenzó a enseñar a la gente. Los sacerdotes principales y los líderes del país se acercaron a Jesús y le preguntaron:
--¿Quién te dio autoridad para hacer todo esto?
Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba:
'¡Sálvanos, Mesías nuestro!
¡Bendito tú, que vienes de parte de Dios!
Por favor, ¡sálvanos, Dios altísimo!'
Mientras tanto, los sacerdotes principales y los líderes convencieron a los que estaban allí para que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.
Cuando los fsacerdotes principales y los fmaestros de la Ley escucharon a Jesús, empezaron a buscar la forma de matarlo. Y es que le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada por lo que enseñaba.
Jesús estaba en el templo enseñando a la gente y anunciando las buenas noticias. Los sacerdotes principales, los maestros de la Ley y los líderes del país se acercaron
Cuando amaneció, los líderes del pueblo, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley se reunieron y llevaron a Jesús ante la Junta Suprema. Allí le preguntaron: