Desde ese momento, Jesús comenzó a decirles a sus discípulos lo que le iba a pasar: 'Tendré que ir a Jerusalén, y los líderes del país, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley me harán sufrir mucho. Allí van a matarme, pero tres días después volveré a vivir'.
Sin embargo, les aseguro que Elías ya vino; pero la gente no lo reconoció, y lo trataron como quisieron. A mí, el Hijo del hombre, también me tratarán así y sufriré mucho.
Y me matarán, pero yo, el Hijo del hombre, volveré a vivir tres días después'.
Al oír eso, los discípulos se pusieron muy tristes. El impuesto para el templo
Jesús comenzó a anunciar a sus fdiscípulos lo que le iba a pasar:
'Yo, el fHijo del hombre, voy a sufrir mucho. Seré rechazado por los líderes del pueblo, por los fsacerdotes principales y por los fmaestros de la Ley. Me van a matar, pero tres días después volveré a vivir'.
Jesús también les dijo a sus discípulos: 'Yo, el Hijo del hombre, voy a sufrir mucho. Los líderes del país, los sacerdotes principales y los maestros de la Ley me rechazarán y me matarán. Pero tres días después resucitaré'.
Toda la gente estaba asombrada del gran poder de Dios.
Mientras la gente seguía asombrada por todo lo que Jesús hacía, él les dijo a sus discípulos: Jesús habla otra vez de su muerte
Lo que el Señor Jesucristo me enseñó, es lo mismo que yo les he enseñado a ustedes: La noche en que el Señor Jesús fue entregado para que lo mataran en la cruz, tomó en sus manos pan,