Entonces Jesús le dijo:
--¡Mujer, tú sí que tienes confianza en Dios! Lo que me has pedido se hará.
Y en ese mismo instante su hija quedó sana. Jesús sana a muchos enfermos
Jesús contestó:
--Ustedes están confundidos y no confían en Dios. ¿Acaso no pueden hacer nada sin mí? ¿Cuándo van a aprender? ¡Tráiganme aquí al muchacho!
Allí Jesús sanó a mucha gente que tenía diferentes enfermedades, y también expulsó muchos demonios. Pero no los dejaba hablar, porque ellos lo conocían. Jesús anuncia las buenas noticias
Los demonios que salían de la gente gritaban:
--¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que él era el Mesías. Jesús anuncia las buenas noticias
Cuando el muchacho se acercaba, el demonio lo atacó, lo tiró al suelo y lo hizo temblar muy fuerte. Entonces Jesús reprendió al espíritu malvado, sanó al muchacho y lo entregó a su padre.
La muchacha hizo eso durante varios días, hasta que Pablo no aguantó más y, muy enojado, le dijo al espíritu: '¡En el nombre de Jesucristo, te ordeno que salgas de esta muchacha!'
Al instante, el espíritu salió de ella.