Mucha gente se le acercó llevando cojos, ciegos, mancos, mudos y muchos otros enfermos. Pusieron a todos esos enfermos delante de Jesús, y él los sanó.
'Si lo que haces con tu mano te hace desobedecer a Dios, mejor córtatela. Es mejor quedarse para siempre sin una mano, que tener las dos manos y ser echado al finfierno, donde el fuego nunca se apaga.
'Escúchenme bien, porque voy a hablarles de Jesús, el que vivía en Nazaret. Todos nosotros sabemos que Dios envió a Jesús. También sabemos que Dios le dio grandes poderes porque lo vimos hacer grandes maravillas y señales.