Jesús vio la gran cantidad de gente que lo seguía y sintió mucha compasión por todas esas personas, porque estaban confundidas e indefensas. Eran como ovejas que no tienen un pastor que las cuide.
Pero Pablo y Bernabé les contestaron con mucha valentía:
'Nuestra primera obligación era darles el mensaje de Dios a ustedes los judíos. Pero como ustedes lo rechazan y no creen merecer la vida eterna, ahora les anunciaremos el mensaje a los que no son judíos.