Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba:
'¡Sálvanos, Mesías nuestro!
¡Bendito tú, que vienes de parte de Dios!
Por favor, ¡sálvanos, Dios altísimo!'
cortaron ramas de palmera y salieron a encontrarlo, gritando:
'¡Sálvanos, oh Dios!
¡Bendito el que viene de parte de Dios!
¡Bendito sea el Rey de Israel!'