'No crean ustedes que vine para establecer la paz en este mundo. No he venido a traer paz, sino pleitos y dificultades.
Pero los judíos que no creyeron en Jesús hicieron que se enojaran los que no eran judíos. Los pusieron en contra de los seguidores de Jesús.
La gente de Iconio no sabía qué hacer, pues unos apoyaban a los judíos, y otros a Pablo y a Bernabé.
Salió entonces un caballo rojizo. Y Dios le dio permiso al jinete de acabar con la paz del mundo y de hacer que unos a otros se mataran. Y le dieron una gran espada.