Si los miembros de una familia se pelean unos con otros, la familia también acabará por destruirse.
Si los habitantes de un país se pelean entre sí, el país acaba por destruirse.
Y si Satanás lucha contra sí mismo, acabará con su propio reino.
Les advierto que, si se pelean y se hacen daño, terminarán por destruirse unos a otros. Obedecer al Espíritu de Dios
y produce celos, peleas, problemas y todo tipo de maldad.