Al oír lo que Jesús le dijo al paralítico, unos fmaestros de la Ley que allí estaban pensaron:
Cuando Jesús vio la gran confianza que tenían en él aquellos hombres, le dijo al paralítico: 'Amigo, te perdono tus fpecados'.
'¿Cómo se atreve este a hablar así? ¡Lo que dice es una ofensa contra Dios! Sólo Dios puede perdonar pecados'.
Jesús se dio cuenta de lo que hablaban y les dijo: --¿Por qué hablan de pan? ¿Todavía no comprenden? ¿Tienen la mente cerrada?
y el orgullo de quienes quieren impedir que todos conozcan a Dios. Con ese poder hacemos que los pecadores cambien su manera de pensar y obedezcan a Cristo.