Cuando llegaron, comenzaron a acusar a Jesús y dijeron:
--Señor gobernador, encontramos a este hombre alborotando al pueblo para que se rebele contra Roma. Dice que no debemos pagar impuestos al Emperador, y que él es el Mesías. Es decir, se cree rey.
Dios ha hecho que Jesús se siente a la derecha de su trono, y lo ha nombrado Jefe y Salvador, para que el pueblo de Israel deje de pecar y Dios le perdone sus pecados.