En el juicio final, la gente de la ciudad de Nínive se levantará y hablará contra ustedes para que Dios los castigue. Porque esa gente sí cambió de vida cuando oyó el mensaje que le dio Jonás. Pero ustedes oyen mi mensaje y no cambian, aunque yo soy más importante que Jonás.
El fin del mundo llegará cuando las buenas noticias del reino de Dios sean anunciadas en toda la tierra, y todo el mundo las haya escuchado. Una señal para huir
En primer lugar, doy gracias a mi Dios por cada uno de ustedes, en nombre de Jesucristo. En todas partes se habla bien de ustedes y se sabe que confían en Dios y le obedecen.
Pero yo pregunto: ¿Será que no han tenido oportunidad de oír el mensaje? ¡Claro que lo han oído! Porque la Biblia dice:
'El mensaje fue anunciado
por todas partes;
las voces de los mensajeros
se oyeron por todo el mundo'.
Por el poder del Espíritu Santo he hecho muchos milagros y maravillas, y he anunciado la buena noticia por todas partes, desde Jerusalén hasta la región de Iliria.
Pero esto será así, sólo si mantienen su confianza en Cristo y siguen creyendo en lo que nos promete el mensaje de la buena noticia. Este mensaje ha sido anunciado por todo el Imperio romano, y yo colaboro anunciándolo. El trabajo de Pablo para la Iglesia
Esta buena noticia se está anunciando por todo el Imperio romano, y está produciendo resultados. Así ocurrió entre ustedes desde el día en que supieron de verdad cuánto los ama Dios.
Vi entonces a otro ángel que volaba en lo alto del cielo. Llevaba buenas noticias de valor eterno, para la gente de todos los países, razas, idiomas y pueblos.