Algunos de los fariseos y de los saduceos se acercaron a Jesús para ponerle una trampa y le dijeron:
--Queremos que hagas un milagro que pruebe que Dios te ha enviado.
Jesús les dijo a los fariseos y maestros de la Ley:
'¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Ustedes les cierran la puerta del reino de Dios a los demás. Y ni entran ustedes, ni dejan que otros entren.
Pero los fariseos decían: 'Jesús expulsa a los demonios, porque el mismo jefe de todos los demonios le da ese poder'. Jesús tiene compasión de la gente
Jesús salió del pueblo de Cafarnaúm, y se fue a la región de Judea y a los lugares que están al este del río Jordán. Mucha gente se reunió otra vez a su alrededor y, como siempre, Jesús empezó a enseñar.
Los ffariseos llegaron adonde estaba Jesús y comenzaron a discutir con él. Para ponerle una trampa, le pidieron que con alguna señal fmilagrosa demostrara que él venía de parte de Dios.
Algunos fariseos y maestros de la Ley comenzaron a hablar contra los discípulos de Jesús, y les dijeron:
--¿Por qué comen ustedes con los cobradores de impuestos y con toda esta gente mala?
Los fariseos y los maestros de la Ley estaban vigilando a Jesús para ver si sanaba la mano de aquel hombre. Si lo hacía, podrían acusarlo de trabajar en el día de descanso.
Los fariseos oyeron lo que la gente decía. Entonces ellos y los sacerdotes principales enviaron a unos guardias del templo para que arrestaran a Jesús.
Ellos le hicieron esa pregunta para ponerle una trampa. Si él respondía mal, podrían acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir en el suelo con su dedo.