'Vuelve a tu casa y cuéntales a todos lo que Dios ha hecho por ti'.
El hombre se fue al pueblo y contó todo lo que Jesús había hecho por él. Una niña muerta y una mujer enferma
Pero el hombre empezó a contarles a todos cómo había sido sanado. Por eso Jesús no podía entrar libremente en los pueblos. Tenía que quedarse en las afueras, donde no había gente. De todos modos, la gente iba a verlo.
Pues quien no cuida de sus parientes, y especialmente de su familia, no se porta como un cristiano; es más, tal persona es peor que quien nunca ha creído en Dios.