Tú no me saludaste con un beso. Ella, en cambio, desde que llegué a tu casa no ha dejado de besarme los pies.
Judas ya les había dicho: 'Al que yo bese, ese es Jesús; ¡arréstenlo!'
Salúdense entre ustedes con mucho cariño y afecto. Todas las iglesias de Cristo les envían sus saludos. Instrucciones finales
Todos los hermanos de la iglesia les mandan saludos. Salúdense unos a otros con un beso de hermanos.
Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas. Los esclavos y sus amos
Saluden con un beso santo a todos los hermanos de la iglesia.