Jesús fue a verla y ordenó que la fiebre se le quitara. La fiebre se le quitó, y la suegra de Simón se levantó y les dio de comer a los que estaban en la casa.
Jesús reprendió al espíritu malo y le dijo:
--¡Cállate! ¡Sal de este hombre!
El espíritu malo lanzó al hombre al suelo, delante de todos, y salió de él sin hacerle daño.
Los demonios que salían de la gente gritaban:
--¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que él era el Mesías. Jesús anuncia las buenas noticias