Jesús reprendió al espíritu malo y le dijo:
--¡Cállate! ¡Sal de este hombre!
El espíritu malo lanzó al hombre al suelo, delante de todos, y salió de él sin hacerle daño.
Jesús les dijo:
--¿Por qué están tan asustados? ¡Qué poco confían ustedes en Dios!
Jesús se levantó y les ordenó al viento y a las olas que se calmaran, y todo quedó muy tranquilo.
Jesús les dijo:
--Sin duda ustedes me recitarán este dicho: '¡Médico, primero cúrate a ti mismo!'
'Ustedes saben todo lo que hice en Cafarnaúm, y por eso ahora me pedirán que haga aquí lo mismo.
Jesús fue a verla y ordenó que la fiebre se le quitara. La fiebre se le quitó, y la suegra de Simón se levantó y les dio de comer a los que estaban en la casa.
Los demonios que salían de la gente gritaban:
--¡Tú eres el Hijo de Dios!
Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que él era el Mesías. Jesús anuncia las buenas noticias
Un espíritu lo ataca de repente y lo hace gritar. También lo hace temblar terriblemente y echar espuma por la boca. Cuando por fin deja de atacarlo, el muchacho queda todo maltratado.
Cuando el muchacho se acercaba, el demonio lo atacó, lo tiró al suelo y lo hizo temblar muy fuerte. Entonces Jesús reprendió al espíritu malvado, sanó al muchacho y lo entregó a su padre.
¡Que se alegren los cielos,
y todos los que allí viven!
Pero ¡qué mal les va a ir
a los que viven en la tierra,
y a los que habitan en el mar!
El diablo está muy enojado;
ha bajado a combatirlos.
¡Bien sabe el diablo
que le queda poco tiempo!'