En la sinagoga había un hombre que tenía un espíritu malo. El espíritu le gritó a Jesús:
En la sinagoga, había un hombre que tenía un fespíritu malo.
Todos estaban admirados de sus enseñanzas, porque les hablaba con autoridad.
--¡Jesús de Nazaret! ¿Qué quieres hacer con nosotros? ¿Acaso vienes a destruirnos? Yo sé quien eres tú. ¡Eres el Hijo de Dios!