Cuando se acercaron al pueblo de Emaús, Jesús se despidió de ellos.
Desde allí pudo ver que los discípulos remaban con mucha dificultad, pues navegaban contra el viento. Poco antes del amanecer, Jesús fue hacia ellos caminando sobre el agua. Cuando ya estaba cerca, hizo como que pasaría de largo.
Pero los dos hombres insistieron: --¡Quédate con nosotros! Ya es muy tarde, y pronto el camino estará oscuro. Jesús se fue a la casa con ellos.