El capitán romano vio lo que había pasado, alabó a Dios y dijo: 'En verdad, este era un hombre bueno'.
En aquel momento, la cortina del templo se partió en dos pedazos de arriba abajo, la tierra tembló y las rocas se partieron;
El oficial romano y los soldados que vigilaban a Jesús sintieron el terremoto y vieron todo lo que pasaba. Temblando de miedo dijeron: '¡Es verdad, este hombre era el Hijo de Dios!'
Al ver esto, la gente quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado ese poder a todos los seres humanos. Jesús llama a Mateo
El oficial romano que estaba frente a Jesús lo vio morir, y dijo: --En verdad este hombre era el Hijo de Dios.
Nosotros sí merecemos el castigo, porque hemos sido muy malos; pero este hombre no ha hecho nada malo para merecerlo.
La gente respondió: --De acuerdo a nuestra ley este hombre tiene que morir, porque dice ser el Hijo de Dios.