Ellos comenzaron a discutir y se decían unos a otros: 'Si contestamos que fue Dios el que le dio autoridad a Juan, Jesús nos preguntará por qué no le creímos.
Fueron a ver a Juan y le dijeron:
--Maestro, ¿recuerdas a aquel de quien nos hablaste, el que estaba contigo al otro lado del río Jordán? Pues bien, ahora él está bautizando y todos lo siguen.
Cuando Juan estaba a punto de morir, les dijo a los israelitas: 'Yo no soy el Mesías que Dios les prometió. Él vendrá después, y yo ni siquiera merezco ser su esclavo'.