Después de que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: '¡Vayamos corriendo a Belén para ver esto que Dios nos ha anunciado!'
su primer hijo. Como no encontraron lugar en ningún hotel, los dejaron pasar la noche en una casa, en el lugar donde se cuidan los animales. Cuando el niño nació, María lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.