Jesús entró en el templo y comenzó a enseñar a la gente. Los sacerdotes principales y los líderes del país se acercaron a Jesús y le preguntaron:
--¿Quién te dio autoridad para hacer todo esto?
Jesús se volvió a la gente y le preguntó:
'¿Por qué han venido con cuchillos y palos, como si yo fuera un criminal? Todos los días estuve enseñando en el templo, y allí nunca me apresaron.
Cuando los fsacerdotes principales y los fmaestros de la Ley escucharon a Jesús, empezaron a buscar la forma de matarlo. Y es que le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada por lo que enseñaba.
Los fsacerdotes principales, los fmaestros de la Ley y los líderes del país se dieron cuenta de que Jesús había hecho esa comparación para hablar de ellos, y quisieron arrestarlo. Pero no se atrevieron a hacerlo porque tenían miedo de la gente. Entonces lo dejaron y se fueron. Una trampa para Jesús
Faltaban dos días para que se celebrara la fiesta de la fPascua. A esta fiesta también se le llamaba fiesta de los Panes sin flevadura. En esos días, los fsacerdotes principales y los fmaestros de la Ley buscaban la manera de engañar a Jesús, para poder arrestarlo y matarlo.
Los sacerdotes principales y los maestros de la Ley se dieron cuenta de que Jesús los estaba comparando con los hombres malos que alquilaron la viña. Entonces quisieron apresar a Jesús en ese mismo instante, pero no se atrevieron porque le tenían miedo a la gente. Una trampa para Jesús
Jesús le dijo:
--¿Por qué me preguntas a mí? Yo he hablado delante de todo el mundo. Siempre he enseñado en las sinagogas y en el templo, y nunca he dicho nada en secreto. Pregúntales a los que me han escuchado. Ellos les dirán lo que he dicho.