Por eso llamó a diez de sus empleados, y a cada uno le dio cierta cantidad de dinero, y les dijo: 'Hagan negocios con este dinero hasta que yo vuelva'.
'Sin embargo, el príncipe fue coronado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los diez empleados encargados del dinero para ver cómo les había ido.
Sin embargo, Dios fue bueno conmigo, y por eso soy apóstol. No desprecié el poder especial que me dio, y trabajé más que los otros apóstoles; aunque en realidad todo lo hice gracias a ese poder especial de Dios.