Más bien, le dice: 'Prepárame la cena. Quiero que estés atento a servirme hasta que yo termine de comer y beber. Ya después podrás comer y beber tú'.
¡Qué felices serán cuando llegue el dueño a la casa, en la noche, o en la madrugada! Les aseguro que el dueño hará que sus sirvientes se sienten a la mesa, y él mismo les servirá la comida.
'Ninguno de ustedes que tenga un esclavo, le dice: 'Ven, siéntate a comer', cuando este regresa de trabajar en el campo o de cuidar las ovejas.
Tampoco le da las gracias por cumplir con sus órdenes.
Por eso, mientras estaban cenando, Jesús se levantó de la mesa, se quitó su manto y se ató una toalla a la cintura.