Uno de ellos, al verse sano, regresó gritando: '¡Gracias, Dios mío! ¡Muchas gracias!'
Al ver esto, la gente quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado ese poder a todos los seres humanos. Jesús llama a Mateo
En ese mismo instante, y ante la mirada de todos, aquel hombre se levantó, tomó la camilla y salió de allí. Al verlo, todos se quedaron admirados y comenzaron a alabar a Dios diciendo: '¡Nunca habíamos visto nada como esto!' Jesús llama a Mateo
Más tarde, Jesús encontró al hombre en el templo, y le dijo: 'Ahora que estás sano, no vuelvas a pecar, porque te puede pasar algo peor'.
Entonces el joven se arrodilló ante Jesús y le dijo: --Señor, creo en ti.