Aquel hombre contestó: 'Le debo cien barriles de aceite de oliva'. El empleado le dijo: 'Aquí está tu cuenta. Rápido, siéntate y, en lugar de cien barriles, anota cincuenta'.
'Cuando se hizo de noche, el dueño le dijo al jefe de los trabajadores: 'Llama a cada uno y págales, comenzando por los últimos que vinieron, y terminando por los que vinieron primero'.
Luego le preguntó a otro: '¿Y tú, cuánto le debes a mi patrón?' Ese hombre respondió: 'Diez mil kilos de trigo'. El empleado le dijo: 'Toma tu cuenta y anota ocho mil kilos'.
'Por eso, a ustedes, mis discípulos, yo les aconsejo que usen el dinero ganado deshonestamente para ganar amigos. Así, cuando se les acabe ese dinero, Dios los recibirá en el cielo.
No deben robar, sino ser totalmente honestos, para que todos vean lo hermosa que es la enseñanza acerca de Dios nuestro salvador. Dios es bueno y nos da una nueva vida